El primer nivel se enfoca en una introducción a la práctica filosófica en los aspectos fundamentales:
las competencias básicas del pensamiento
y las actitudes que lo propician.
Cualquier afirmación o pregunta tiene límites en su aplicación, ver estos límites es hacerse consciente de una idea. Cuanto mejor es la capacidad de problematizar, mayor es la creatividad. Esto implica aprender a formular objeciones y preguntas.
Seguirás desarrollando las principales habilidades de pensamiento, pero de una manera más profunda. Trabajará con personas: aprenderá a identificar el problema principal en sus respuestas y su forma de pensar, hará preguntas más precisas y mostrará las limitaciones de su cosmovisión con precisión
Encargarse de enseñar a personas no familiarizadas con la práctica filosófica o que se estén iniciando. Ofrecerles retroalimentación, para que otros puedan mejorar sus habilidades de pensamiento.
Profundizar en la teoría y los principios de la PP:
- importancia de parar el discurso de un cliente para ir paso a paso
- utilidad de la conceptualización,
- tipos de preguntas,
- papel de la problematización,
- etc.
Realización de consultas individuales como consultor filosófico, apoyado por un tutor.
Analizar diferentes arquetipos de personas, lo que permite detectar sus formas de funcionamiento, capacitarse para conceptualizar el modo de pensamiento y las actitudes. Investigación sobre cómo interactuar con las personas según sus arquetipos.
Animación, apoyado por un tutor, de talleres con personas que no estén familiarizadas con la práctica filosófica o que se estén iniciando en ella.